No son pocas las personas que solicitan créditos y luego no tienen la capacidad de estar al día con sus cuotas, sea porque no se encuentran en una buena situación financiera o porque desde el inicio no analizaron que no tendrían las posibilidades de cumplir con esa obligación. Por eso responderemos a la pregunta que se hacen muchos españoles: ¿qué pasa si no puedo pagar un préstamo o una deuda personal?
¿Qué ocurre cuando no puedes pagar un préstamo en España?
Cuando dejas de pagar las cuotas de tu préstamo te enfrentas a consecuencias que pueden afectar tu patrimonio y estabilidad económica, pero hay varias alternativas para no verte afectado por ellas.
Consecuencias legales y financieras de no pagar un préstamo
Al no pagar tu préstamo personal vas a acumular intereses de mora (que son mayores a los ordinarios) que se sumarán a tu deuda, pueden agregarte a un fichero de morosos como ASNEF y el banco podría cobrarte por medio de una reclamación judicial que es posible que lleve al embargo de tus bienes para saldar lo que debes, empezando por tus cuentas bancarias y siguiendo con tu otro patrimonio, hasta que se cancele lo adeudado.
Además, si para concederte el préstamo te exigieron un aval, este tendrá que responder por el pago o le embargarán sus bienes.
Alternativas disponibles si no puedes cumplir con los pagos de tu deuda personal
Si no puedes pagar tu préstamo tienes diferentes alternativas, como una reestructuración de la deuda para modificar sus condiciones, su plazo de pago, tipo de interés o el monto de las cuotas mensuales.
Asimismo, podrías optar por una refinanciación, que consiste en pedir un nuevo préstamo que cubra la deuda que tienes y acojas cuotas más asequibles. Pero, esto podría alargar el plazo y el coste final.
Por otro lado, si tienes un poco de dinero, podrías hacer un pago parcial para una amortización anticipada que haga que la deuda, y sus cuotas mensuales, reduzcan.
Cómo negociar cuando no puedes pagar tu préstamo
Si prevés que no podrás pagar tu préstamo podrías negociar directamente con tu banco, te recomendamos seguir estos pasos:
- Comunica que no tienes el dinero para cumplir con las cuotas.
- Recoge información que compruebe que no tienes la capacidad económica para pagar.
- Reúnete con tus acreedores para hablar de tu situación financiera y buscar un acuerdo extrajudicial de pagos, preferiblemente con el asesoramiento de un profesional, que documente el consenso al que lleguen.
¿Cuándo prescribe una deuda de un préstamo personal?
Las deudas prescriben, según su tipo, o sea que hay un plazo en que tus acreedores te pueden cobrar, y si no lo hacen (por medio de llamadas, correos, verbalmente) pierden el derecho legal de reclamar.
<h3> Plazos de prescripción de la deudas por préstamos personales
Las deudas por préstamos personales —así como sus intereses— prescriben a los cinco años, según estipula la Ley de Enjuiciamiento Civil. Eso sí, para que se dé la prescripción, el acreedor nunca pudo haberte cobrado, ni tú haber reconocido la deuda, ya que cualquiera de estas acciones reinicia el conteo.
¿Cuándo se puede cancelar un préstamo?
Te somos sinceros, es difícil que una deuda prescriba, porque los bancos tienen procesos automatizados de cobro; por eso te recomendamos que busques cancelarla con mecanismos como la Ley de Segunda Oportunidad (LSO), con la que deudores de buena fe declarados insolventes pueden ser exonerados parcial o totalmente de estas.
¿Qué deudas no prescriben nunca?
De acuerdo con el Código Civil, hay deudas imprescriptibles, como las contraídas por la división de una herencia compartida o de la cosa común, o del deslinde de propiedad contiguas.
Pasos a seguir si te enfrentas a problemas para pagar una deuda personal
Como ya te mencionamos arriba, puedes seguir unos pasos para pagar tus deudas personales, acá te los explicamos más detalladamente:
Evalúa tu situación financiera y prioriza tus deudas
Analiza cuál es tu situación financiera, cuáles son tus ingresos, gastos, deudas y patrimonio del que puedes disponer. Cuando lo hayas hecho, prioriza pagar las deudas sobre usar tu dinero para cosas que no necesitas; limítate a lo más importante, como el pago de la hipoteca.
Comunícate con tus acreedores y explícales tu situación
Una vez te enteres de que no puedes pagar, comunícate con tus acreedores para informarles sobre tu situación antes de que te conviertas en moroso. Dar aviso generalmente es valorado por los bancos y puedes buscar un consenso.
Explora opciones de refinanciamiento o reestructuración de tu préstamo
Los bancos ofrecen diferentes alternativas de pago, porque a ellos también les conviene no tomar las vías judiciales (que son más demoradas y costosas). Hay opciones como la refinanciación, que se refiere a tomar un nuevo préstamo que cubra esa deuda, pero con la oportunidad de afrontar cuotas que sean más fáciles de pagar.
También puedes reestructurar, o sea que negocias nuevas condiciones del mismo préstamo: otro tipo de interés, plazo de amortización o monto de las cuotas mensuales. Así podrías pagar con más calma y no caer en impagos, pero la deuda final podría ser más grande.
Recomendaciones para evitar llegar al incumplimiento de un préstamo
Caer en impagos no es una decisión, difícilmente alguien quiera llegar a ello, pero muchos no saben qué les podría ahorrar esa mala pasada, así que te dejamos nuestras recomendaciones:
Planifica un presupuesto y controla tus gastos
Antes de solicitar un préstamo, elabora un presupuesto en el que estén consignados tus ingresos y gastos mensuales, para hacer el cálculo de si te es posible cumplir con las cuotas de un crédito y también hacerle frente a tus demás responsabilidades.
Establece un fondo de emergencia para imprevistos financieros
Si cada mes apartas un poco de tu dinero para un fondo de emergencias, este te servirá en imprevistos y dificultades económicas para no caer en impagos.
Considera alternativas de financiamiento antes de solicitar un préstamo personal
Antes de solicitar un nuevo préstamo para no dejar de pagar tu deuda, busca otras opciones con mejores condiciones, como un aplazamiento, otro tipo de interés o un plan de pagos.
En resumen, si no pagas tu préstamo personal te enfrentas a consecuencias legales y financieras como acumular intereses de mora, ser agregado a ficheros de morosos, que te reclamen judicialmente, te embarguen y tu avalista salga afectado.
Así que, si no puedes pagar, deberías comunicárselo a tus acreedores y negociar una refinanciación o reestructuración de tus deudas con condiciones que te permitan pagarlas, a menos de que se haya cumplido el plazo de cinco años con el que prescriben los préstamos personales, caso en el que pierden el derecho a cobrar.
Finalmente, para no caer en impagos, te recomendamos planificar tu presupuesto, controlar los gastos y priorizar el pago de las deudas, además de tener un fondo de emergencia. Si necesitas renegociarlas, usa nuestros servicios o contáctanos para conocer tu caso y encontrar la mejor alternativa para ti.