Si las deudas llegan hasta el cuello y la desesperación es el pan de cada día, lo mejor es declararse insolvente. Aprende aquí qué es la insolvencia de persona natural y sus implicaciones.
¿Qué es el proceso de insolvencia de persona natural?
Se trata de un mecanismo legal, por medio del cual se pueden negociar los créditos no pagados, evitando crisis tan delicadas como la quiebra total o el embargo de bienes, propiedades u objetos de valor que sean importantes para el deudor, especialmente si son indispensables para sus labores.
Persona natural no comerciante
Toda persona física que tenga deudas con impagos por más de 90 días y cuyos ingresos sean insuficientes para su subsistencia y el pago de estos compromisos crediticios, puede solicitar la declaración de insolvencia.
Persona natural comerciante
Aunque esta ley fue fundamentalmente pensada para personas físicas o naturales, se ha flexibilizado para que aquellos autónomos comerciantes puedan acceder a ella.
Con ello, un negocio o comerciante con deudas puede reestructurarlas y llegar a acuerdos con los proveedores sin tener que renunciar a su actividad mercantil.
¿Qué pasa si uno se declara insolvente?
El cine y las series nos han hecho creer que declararse insolvente es sinónimo de fracasar estrepitosamente en la vida o tocar fondo, pero en la vida real no es así.
Si bien es una situación compleja y deprimente, no tiene por qué ser asumida como algo totalmente negativo. De hecho, muchas personas han podido reiniciar su vida financiera gracias a que tomaron la determinación de declararse en insolvencia.
El mecanismo de la insolvencia hace posible que el deudor pueda afrontar sus compromisos financieros no satisfechos de tal forma que no caiga en la espiral del sobre endeudamiento o la bancarrota absoluta.
Permite, además, que se puedan negociar nuevos acuerdos con los acreedores, que pueden extenderse hasta los cinco años, de tal forma que no tenga que pasar el resto de sus días sin poder levantar sus finanzas.
Uno de los mayores beneficios que se logra con la declaración de insolvencia es que los embargos quedan congelados en tanto no se defina la situación del deudor con sus acreedores. De esta forma, es posible que no se pierdan las propiedades, ya que el acuerdo los puede salvar.
Por si lo anterior fuera poco, con la declaración de insolvencia también se detienen los intereses. Es decir, ya no podrán seguir incrementándose mes a mes, sino que se congelarán hasta que se apliquen todos los acuerdos.
¿Cómo se declara la insolvencia de una persona?
Existen dos pasos fundamentales para declararse en esta situación: el primero es de realizar un informe donde se detalle:
- Las causas que llevaron a la insolvencia.
- Una lista de los acreedores y deudas pendientes.
- El certificado de ingresos.
- La relación de gastos mensuales y personas a cargo.
A este informe se le debe añadir una certificación expedida por un profesional contable, donde conste que se ha cumplido con las exigencias de esta ley.
El segundo paso es de la presentación formal del informe ante un juez mercantil, quien deberá estudiar el caso, para avalarlo.
¿Qué requisitos se deben cumplir para ser admitido a un proceso de insolvencia de persona natural?
Lo fundamental es que tenga un monto de deudas impagables. Y esto significa que deben ser compromisos financieros de diversa índole o con un monto alto.
Las pequeñas deudas o el atraso en dos cuotas, por ejemplo, no son causas justificables para solicitar ser declarado como insolvente.
Persona natural no comerciante
Para una persona física, el requisito es que tenga deudas no saldadas por más de tres meses ante dos acreedores y que su salario o ingresos no sean suficientes para el pago de sus necesidades básicas (vivienda, alimentación, etc.)
Persona natural comerciante
Para un comerciante, el requisito es que su negocio tenga deudas sin pagar por más de tres meses, a dos o más acreedores y que los ingresos del mismo no sean suficientes para sus operaciones comerciales. Estas deudas pueden ser incluso los salarios, nóminas o indemnizaciones.
¿Cuánto dura la insolvencia de una persona?
El tiempo presupuestado del actuar de esta ley sobre un caso cualquiera es de 60 a 90 días hábiles, desde que entra en vigor la aprobación del juez.
¿Cuándo se pierde el Derecho de la ley de insolvencia?
Se deja de ser insolvente cuando el deudor cambia drásticamente su situación económica. Por ejemplo, cuando recibe una fuerte suma de dinero, producto de una herencia. O si tiene suerte, ¡por ganars la lotería! En un escenario así, la ley obliga a que pague a sus acreedores, ya que se encontraría en capacidad de hacerlo.
¿Se puede salir de la insolvencia con la Ley de la Segunda Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad justamente viene al rescate de los deudores, para que puedan volver a retomar las riendas de su vida financiera.
Con esta ley es posible salir de la insolvencia, ya que, dentro de sus pasos se encuentran los acuerdos extrajudiciales. Con estos, se pueden derogar parte de los intereses, solicitar quitas a la deuda completa y hasta pactar nuevos plazos.
En conclusión, declararse en insolvencia no tiene por qué ser un hecho catastrófico. En lugar de eso, es una forma de negociar y estructurar las deudas, que permite saldarlas de acuerdo a las posibilidades.
No caigas en la desesperación. Acabar con las deudas es posible, con un buen plan y una buena asesoría. Cuéntanos tu caso y te ayudaremos.
