Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad es considerado el único mecanismo legal que permite a particulares y autónomos lograr una cancelación parcial o total de las deudas. ¿Cómo podemos hacerlo? Muy fácil, sólo es necesario cumplir con todos los requisitos que exige la ley para que el proceso salga de forma favorable.
El objetivo de la aplicación de la ley concursal es la de promover una economía más estable ya que favorece la cultura empresarial ayudando a las personas a que tengas una nueva oportunidad que brinde a la sociedad la posibilidad de crear nuevos empleos y fuentes de ingreso.
¿Qué requisitos hay que tener para acogerse a la ley de la segunda oportunidad?
Para poder acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, es imprescindible cumplir los siguientes requisitos fundamentales:
- Actuar de buena fe: Es esencial que el deudor demuestre que ha actuado con honestidad y transparencia a lo largo del proceso. No debe haber intentado defraudar ni ocultar bienes.
- No haber sido condenado por delitos económicos: El deudor no debe haber sido condenado por delitos patrimoniales, económicos o sociales en los últimos diez años.
- Insolvencia real: El deudor debe encontrarse en una situación de insolvencia, lo que significa que no puede cumplir con el pago de sus obligaciones económicas.
- Intento de pago de las deudas no exonerables: En algunos casos, el deudor debe comprometerse a cumplir con las deudas que no son exonerables, como las deudas alimentarias o algunas deudas públicas.
Cuantía de la deuda en la Ley de Segunda Oportunidad
No hay un límite de deuda general para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad, pero es importante tener en cuenta que algunos tipos de deuda tienen limitaciones específicas:
- Deudas con Hacienda y Seguridad Social: Se pueden exonerar hasta 10.000 euros de deudas con Hacienda y hasta 10.000 euros con la Seguridad Social. El resto deberá renegociarse o acordarse un plan de pagos.
- Deudas privadas: Si bien es cierto que la ley no establece una cantidad necesaria para beneficiarse de la misma, también podemos decir, por experiencia, que los juzgados desestiman con rapidez casos con deudas menores a los 12.000 o 15.000 euros porque no se le considera una cuantía significativa.
Recordemos además que la Ley de Segunda Oportunidad puede llegar a exonerar deudas de hasta cinco millones de euros.
¿Qué deudas entran en la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de la Segunda Oportunidad permite la exoneración de una amplia variedad de deudas, entre las que se incluyen:
- Deudas con bancos, tarjetas de crédito, y préstamos personales.
- Deudas con proveedores, en el caso de autónomos.
- Parte de las deudas con Hacienda y Seguridad Social, hasta los límites antes mencionados.
Existen excepciones, como las deudas por pensión alimentaria y algunas multas públicas.
Ley Segunda Oportunidad y Patrimonio del Deudor
El papel del patrimonio del deudor en la Ley de la Segunda Oportunidad es crucial, ya que puede influir directamente en la resolución del proceso. Gracias a la reforma de 2022, se han implementado modificaciones que buscan proteger los bienes esenciales del deudor, como la vivienda habitual, permitiendo que las personas puedan mantener aquellos activos indispensables para su vida cotidiana.
Esto significa que, bajo ciertas condiciones, el deudor no está obligado a liquidar todo su patrimonio para acogerse a la ley, lo que facilita su recuperación financiera sin perder propiedades fundamentales.
¿Puede afectar la Segunda Oportunidad al patrimonio del deudor?
El patrimonio del deudor puede verse afectado durante el proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad, aunque existen importantes excepciones diseñadas para proteger bienes esenciales. En particular, si el deudor cumple con ciertos requisitos, como adherirse a un plan de pagos para las deudas no exonerables, puede conservar su vivienda habitual.
Esto ofrece una protección clave a los deudores, permitiéndoles retener activos fundamentales mientras buscan una salida a su situación financiera. La ley busca equilibrar el alivio de la deuda con la necesidad de proteger el sustento de las personas afectadas.
¿Qué significa actuar de buena fe en la ley de segundas oportunidades?
La buena fe del deudor es el requisito principal de la Ley de Segunda Oportunidad.
¿Cómo se demuestra la buena fe del deudor? La buena fe del deudor se refleja en todas las etapas del procedimiento de la ley concursal. Demostrando siempre que la persona tiene intención de pagar pero que no puede hacer frente a los pagos por la situación actual en la que se encuentra. Además, que dicha persona física no cuenta con ningún bien o inmueble con los cuales hacer frente a la misma.
También se considera un acto de buena fe que haya tratado de alcanzar un acuerdo extrajudicial con los acreedores antes de iniciar la etapa de concurso consecutivo, que no se encuentre en esa situación de insolvencia a propósito y que no haya rechazado una oferta de empleo de acuerdo a sus capacidades en los últimos cuatro años.
¿Si tengo antecedentes penales puedo acogerme a la LSO?
Otro de los requisitos para poder beneficiarse de la Ley de Segunda Oportunidad es el no tener antecedentes penales de tipo socioeconómico.
¿Esto que significa? Que no se pueden tener delitos penales contra el patrimonio y el orden socioeconómico como son el robo o hurto, extorsión, daños a propiedad ajena, fraude, alzamiento de bienes, administración fraudulenta, etcétera. Tampoco puede haberse declarado culpable de algún delito contra la Hacienda y la Seguridad Social, ni de falsedad documental, ni contra los derechos de los trabajadores. En caso de tener delitos de este tipo no se podrá acoger a la Ley de Segunda Oportunidad.
Proceso para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad
El proceso para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad consta de varias etapas que el deudor debe cumplir rigurosamente. Aquí te explicamos cada una de ellas.
– Recopilación de la documentación
La primera etapa para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es la documental donde debemos rellenar un modelo de solicitud oficial que reúne toda la información necesaria para poder iniciar el trámite. Dicha información incluirá datos identificativos del deudor: relacionados con su situación personal, laboral y familiar. De igual forma, se deberán tener reflejados datos sobre bienes o inmuebles con los que cuente el deudor y por último una lista de los acreedores a los que deba dinero.
El objetivo de este modelo es crear un perfil sobre la situación global del deudor teniendo en cuenta todos sus datos y facilitar el desarrollo del proceso de Ley de Segunda Oportunidad.
– Presentación del modelo de solicitud de ley de segunda oportunidad
Tras recopilar toda la documentación necesaria, el siguiente paso es la presentación del modelo de solicitud ante el juzgado correspondiente. Este documento es fundamental, ya que debe detallar la situación financiera del deudor, así como especificar las deudas que busca exonerar. Es esencial que la información sea clara, completa y precisa para evitar posibles rechazos o demoras en el proceso.
Contar con asesoría legal experta es altamente recomendable, ya que ayuda a garantizar que el expediente cumpla con todos los requisitos legales y que no se cometan errores formales que podrían complicar o alargar el procedimiento.
– Exoneración del Pasivo Insatisfecho
Si el juez considera que el deudor ha cumplido con todos los requisitos establecidos por la Ley de la Segunda Oportunidad, se procede a la exoneración del pasivo insatisfecho. Esto significa que el deudor queda liberado de las deudas que pueden ser canceladas, poniendo fin a su obligación de pagarlas.
En casos donde algunas deudas no sean exonerables, como ciertos impuestos o deudas por pensión alimentaria, se podrá establecer un plan de pagos ajustado a las capacidades económicas del deudor. Este paso final marca la conclusión del proceso judicial y ofrece al deudor la oportunidad de empezar de nuevo sin la carga de las deudas insalvables.