La Ley de Segunda Oportunidad le ha abierto a muchas personas la posibilidad de deshacerse de una parte o la totalidad de sus deudas para así recuperarse económicamente y no seguir hundido en estas. Por eso, en esta ocasión te explicamos la Ley de Segunda Oportunidad para autónomos.
Esta Ley permite que si se cumplen con ciertos requisitos los deudores puedan hacerse cargo de sus deudas, a cambio de llegar a un acuerdo de pagos o entregar parte de sus bienes o patrimonio. De esta forma, abren un escenario en el que la insolvencia deja de ser un obstáculo para continuar con la vida.
¿Qué deudas puede cancelar un autónomo?
En el caso de los autónomos, con la Ley de Segunda Oportunidad pueden cancelar diferentes tipos de deudas, como los préstamos bancarios, tarjetas de crédito e hipotecas de diversos inmuebles.
Asimismo, se pueden eliminar las deudas relacionadas con microcréditos, proveedores y préstamos preconcedidos.
Además, como fue mencionado arriba, aplica también para ciertas deudas con el Estado, como las de Hacienda y Seguridad Social, las cuales anteriormente no eran aceptadas, pero diferentes juzgados comenzaron a aprobarlas.
Cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad siendo autónomo
Para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad se requiere cumplir con requisitos mínimos como ser insolvente, no haber cometido delitos económicos en los últimos 10 años, no haber provocado ni empeorado su insolvencia económica y no haber recurrido a este mecanismo en los últimos cinco años.
Cuando se tenga certeza de que se cumple con estos se debe acudir a diligenciar el formulario de la Ley y pasar al procedimiento, el cual se puede dividir en tres fases:
- Fase de documentación: En esta fase el autónomo debe reunir los documentos necesarios para comprobar su insolvencia, sus ingresos, situación familiar y laboral y las deudas que tiene y no puede cubrir. En este primer momento se pretende verificar si el deudor se puede acoger a la Ley de Segunda Oportunidad. Cabe mencionar que estos deben ser anexados al formulario que se rellenó en un principio.
- Fase extrajudicial: Al aprobarse la fase documental, se cita a los acreedores junto con un mediador concursal para negociar un acuerdo de pagos que le permita al deudor reducir sus obligaciones y, a la vez, que una parte del dinero pueda llegar a los que lo reclaman. Con las modificaciones de esta ley en el 2022, esta fase puede ser omitida, si se considera prudente.
- Fase judicial: Esta fase solo se da si no se llega a un acuerdo de pagos, caso en el que se abre el concurso consecutivo, y se puede solicitar el Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho (BEPI), mediante el cual se cancelan las deudas que el deudor no pueda pagar, aunque ya haya liquidado su patrimonio. Cabe resaltar que, igualmente con las últimas modificaciones de esta ley, no es estrictamente necesario liquidar todo el patrimonio, ni entregar la vivienda.
Características de la Ley para trabajadores por cuenta propia
Para que un autónomo se acoja a la Ley de Segunda Oportunidad, como ya se expuso más arriba, debe cumplir con ciertos requisitos. Los más importantes, que diferencia su procedimiento del de los particulares, son:
- El autónomo tuvo que haber solicitado el concurso de acreedores de manera voluntaria y no haber sido declarado culpable en este.
- El deudor no podrá acceder a esta oportunidad si ya se ha acogido a la Ley en los últimos 10 años.
- Algunos profesionales podrán presentar una solicitud ante el Registro Mercantil o la Cámara que corresponda de acuerdo a su lugar de residencia o donde opera.
- Los autónomos que han sido condenados en los últimos 10 años por delitos económicos como los que son contra el patrimonio o el orden socioeconómico.
También entran en esa categoría la falsedad documental, los delitos contra la Hacienda o la Seguridad Social y los que se dan contra los derechos de los trabajadores.
Ventajas y beneficios de la LSO para los autónomos
La Ley de Segunda Oportunidad, como ya se recalcó, permitirá que los autónomos liquiden sus deudas —tanto con el Estado como con entidades financieras y particulares— y recuperen su solvencia económica en un futuro, para que así puedan continuar con el actual o con nuevos proyectos.
Por ejemplo, acogerse a la Ley le ayudaría a conservar los puestos de trabajo si así lo desea, cobrar a acreedores, tener mayor estabilidad y generar más empleo.
Además, la Ley de Segunda Oportunidad le brinda la oportunidad a los deudores de recuperarse de la mejor manera, pues vela por conseguir acuerdos que tengan la capacidad de cumplir, poniendo ese objetivo por encima de los intereses económicos de las entidades financieras.
Desde el inicio de este proceso los autónomos podrán congelar los intereses de sus deudas y ponerle un alto a las deudas crecientes; tener mayores posibilidades para continuar con su negocio y no tener que abandonarlo o simplemente no intentar más con él.
En el mismo sentido, tiene la posibilidad de congelar el embargo de sus bienes y evitar que su vivienda o su coche vayan a un concurso de acreedores. Además, podría mejorar su salud mental y psicológica al no recibir más llamadas de cobro de los acreedores ni ser incluido en los registros de morosidad.
Finalmente, no perderá su capacidad para pedir préstamos u otros productos o servicios financieros que requiera en un futuro, como tarjetas de crédito.
En resumen, podemos decir que la Ley de la Segunda Oportunidad también beneficia a los autónomos, ya que les brinda herramientas para continuar desempeñando su actividad profesional y laboral, a la vez que evita los embargos sin control, que los pueden llevar a la quiebra absoluta.
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