La Ley de Segunda Oportunidad o mecanismo de la segunda oportunidad es considerado un recurso legal que ofrece la posibilidad de comenzar una nueva etapa, libre de deudas, siempre y cuando la persona se encuentre en un situación de insolvencia y no pueda hacer frente a tal situación por sus condiciones actuales.
Por increíble que parezca, en este artículo te comentamos los pasos a seguir para poder beneficiarnos de la ley concursal y lograr la exoneración del pago de nuestras deudas.
¿Cuál es el objetivo de la Ley de Segunda Oportunidad?
La Ley de Segunda Oportunidad surge como alternativa para que aquellas personas físicas y autónomos que no pueden hacer frente a su deuda cuenten con un recurso legal para salir de esta situación.
La ley está pensada para personas que tienen la intención de pagar, pero debido a su condición actual no pueden hacer frente a dicha deuda. Este mecanismo legal intenta proteger los intereses de los individuos a través de una forma de librarse de sus deudas y, como su nombre indica, ofrecerles una segunda oportunidad.
Cómo Funciona la Ley de Segunda Oportunidad
Pueden acogerse todas las personas físicas o autónomos que se encuentren en una situación de insolvencia, reúnan una serie de requisitos y siempre demuestren la buena fe de querer pagar, pero no poder hacerlo debido a su situación actual.
La Ley de Segunda Oportunidad se divide en dos fases principales: el acuerdo extrajudicial de pagos y el concurso consecutivo, o lo que es lo mismo, la cancelación de las deudas por parte de un juez.
En caso de fallar el acuerdo extrajudicial y no llegar a ningún arreglo con los acreedores, se pasa directamente a la ley concursal.
Cómo funciona el acuerdo extrajudicial de pagos
La ley no solo protege a las familias, personas físicas o autónomos sino también a los acreedores. Para ello, existe esta primera etapa conocida como acuerdo extrajudicial de pagos.
Esta etapa es llevada a cabo por un mediador concursal, designado por el notario del colegio de letrados de nuestra localidad al que hagamos la solicitud para acogernos a la ley. La función del mediador, como su nombre lo indica, es mediar entre las partes, o sea, acreedores y deudor, y proponer un plan de pagos teniendo en cuenta las posibilidades del deudor y sus condiciones actuales, es decir, sus ingresos y gastos.
Este plan de pagos propuesto puede ser o no aprobado por los acreedores, y la planificación de cuotas no puede superar los 10 años, así como la negociación del mediador concursal con los acreedores tampoco debe alargarse más de dos meses.
Cómo funciona el concurso consecutivo
Cuando en la etapa anterior no se llega a ningún acuerdo, se pasa directamente a la fase de concurso consecutivo donde se procede a realizar la liquidación ordenada del patrimonio o activos de deudor (en caso de que cuente con alguno) y luego al BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho).
En casos donde no se cuenta con activos o propiedades, se pasa directamente al BEPI y la declaración del auto judicial por parte del juez exonerándonos de las deudas por la insuficiencia de masa activa.
¿Las deudas se cancelan para siempre?
La respuesta a esta pregunta es que sí, las deudas se cancelan para siempre. Los únicos casos en que el auto judicial final del juzgado pudiera ser revocado es si en los cinco años próximos a la concesión del BEPI (Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho) o lo que es lo mismo la cancelación de las deudas, el deudor se encontrara en una situación de mejor fortuna. Esto se aplica a casos donde la persona se ganase la lotería o recibiera una herencia considerable.
Otro supuesto sería que se demostrase que el deudor ha actuado de mala fe y en dicho caso se pudiera revocar el BEPI, pero de forma general, transcurridos esos 5 años el perdón o cancelación de las deudas no tienen vuelta atrás.
Si tienes dudas con respecto a si tus deudas pueden ser canceladas o no, desde la Asociación podemos resolver tus interrogantes. Comunícate con nosotros o consulta más información en nuestra web.