¿Crees que no es posible salir de la insolvencia? ¡Aquí te demostramos lo contrario! Aprende cómo pagar las deudas paso a paso, y descubre cómo eliminar aquellas que son imposibles de asumir, con esta guía.
¿Por qué no es bueno endeudarse?
La deuda en sí no es perjudicial. Para lo que te endeudas, sí. Por ejemplo, un crédito para tener el último smartphone puede que no sea tan buena idea. Pero un préstamo para comprar acciones de la empresa que los produce, a lo mejor sí es una jugada más beneficiosa.
La mayoría de nosotros no podemos controlar ese impulso de estar a la moda y a la vanguardia, por ende, realizamos compras impulsivas, incluso si eso requiere un préstamo.
Pero hay que pensar las cosas de forma más prudente: es más beneficioso no tomar créditos, a menos que sea con el fin de potenciar un negocio, incrementar la rentabilidad por una inversión o iniciar un emprendimiento planeado.
¿Qué hacer para eliminar deudas?
Si las deudas ya están, hay que hacerles frente. La mejor manera es generando un reporte de la situación financiera personal, reduciendo los gastos hormiga o innecesarios y generando ingresos extra que puedan solventar los intereses.
Estudia y reconoce tu situación financiera
¡No se puede vivir de ensoñaciones! Eso de “con la pasta que me den en la quincena, pagaré todo” no funciona. Es muy mala opción contar con dinero que todavía no se tiene en las manos.
Reconocer la situación financiera y estar consciente de que se tiene una insolvencia, es el primer paso para plantear una estrategia de reducción de gastos y de pagos, acordes a los ingresos mensuales y el estilo de vida.
Reduces tus gastos a lo esencial
Aunque pasa muy desapercibido, mensualmente tenemos gastos pequeños que van descompensando los ingresos. Estos son conocidos generalmente como los gastos hormiga. Debido a que son montos mínimos y escasos, no se les presta mucha atención. Pero, la suma total de estos, puede generar un gran hueco en la billetera.
Es importante reducir los gastos a lo esencial y desistir de todas aquellas compras pequeñas que solo fracturan el capital personal.
Crea una estrategia y un calendario de pagos
No intentes pagar todo al mismo tiempo. ¡Enloquecerás! Es mucho mejor si creas una estrategia para pagar las deudas más sustanciales, de acuerdo a un calendario.
Lo más esencial es clasificar qué tipos de deudas tienes: personales, tarjetas, por vestuario, coche, hipotecarias, etc. Luego, se debe establecer cuáles son las más urgentes, cuáles se pueden renegociar y cuáles pueden generar problemas a corto plazo.
¿Qué deudas se deben pagar primero?
Teniendo en cuenta lo anterior, las deudas prioritarias son aquellas que puedan desencadenar juicios monitorios o embargos, es decir, aquellas próximas a vencer, yo que ya llevan varios meses sin cuotas.
Método bola de nieve
Este es un método efectivo, que consiste en pagar las deudas que están más próximas a vencer y que tienen la cuota más baja. Una vez se han pagado estas, se continúa con la que le sigue en orden de magnitud.
Si los pasos se hacen correctamente, al final sólo quedará una deuda (la más grande), que se podrá ir saneando poco a poco, tal como ocurre con una bola de nieve.
Produce ingresos extra
Para paliar las deudas, debes generar ingresos extras. Pero, ¡cuidado! No porque tengas más ingresos debes gastar más. Eso sólo genera una espiral de insolvencia.
La mejor manera de generar algunos ingresos, es vender tus servicios como autónomo o vendiendo aquellos elementos que no necesitas, y de los cuales puedes obtener rentabilidad.
Habla de tu situación con tus acreedores
Lo peor que se puede hacer es esconderse. Esto sólo traerá más problemas, ya que las deudas no desaparecerán y los intereses seguirán incrementándose.
Si logras comunicarles a tus acreedores la difícil situación por la que atraviesas, estos pueden brindarte soluciones para que pagues, ya bien sea con mayores plazos, o con cuotas más bajas. Aunque debes tener en cuenta que esto puede ocasionar que los intereses se prolonguen mucho más.
A lo anterior, se debe añadir el hecho de que expresar la situación hace que el proceso de Ley de Segunda Oportunidad sea más beneficioso, en caso de que se entre a uno. Para el juez, será imprescindible que el deudor haya tenido actos de buena fe. Para este caso, se considera que hablar con los acreedores es uno de ellos.
Negocia la deuda y sus fechas de pago
Para los acreedores es mucho mejor recuperar parte de lo que prestaron a perderlo todo. Por ello, puedes pedirle que te perdonen los intereses, con la premisa de que les vas a pagar el monto del crédito esencial.
¿Qué hacer si tengo una deuda y no puedo pagarla?
Hay casos donde por más que se organicen los calendarios y prioridades de deudas, los ingresos no son suficiente para cubrir las deudas. Pero no pierdas la cabeza, que no es el fin de todo. Para un escenario así, existe la Ley de la Segunda Oportunidad.
Ley de la segunda oportunidad
Si todo lo anterior no funciona, lo mejor es ingresar bajo el amparo de la Ley de la Segunda Oportunidad. Es un proceso judicial que permite cancelar parte de las deudas, obtener condonaciones, y renegociar jurídicamente con los acreedores gracias a los acuerdos de pago.
Incluso si aun así no es posible pagar, el juez podrá estimar la condonación de todas las deudas, gracias al Beneficio de Exoneración del Pasivo Insatisfecho, BEPI, que cancela por ley todos aquellos compromisos financieros que no puedan asumirse por falta de recursos.
En conclusión, pagar las deudas o eliminarlas sí es posible, siempre y cuando se tenga toda una estrategia para hacerlo. Pero, si aun con ello, no es posible saldarlas, no es el final del camino: la Ley de la Segunda Oportunidad puede ser esa luz al final del túnel que estás buscando.
Comunícate con nosotros para recibir más asesoría, si tú, o un cercano a ti, tienen un caso de insolvencia. ¡Estamos para ayudarte!