Las entidades financieras para mantener en óptimas condiciones su funcionamiento emiten diferentes tipos de deudas, dentro de las que se encuentran las deudas subordinadas. Sabemos que no es un término muy usado, por eso te contamos qué es la deuda subordinada.
Además de contar sobre lo que es una deuda subordinada te contamos cuáles son sus características, los tipos de deudas subordinadas que existen y a qué tipo de clientes se les recomienda adquirir dicha deuda ¡Quédate para que aprendas sobre este tema!
Definición de deuda subordinada
La deuda subordinada es un tipo de deuda bancaria. Es un instrumento usado por estas entidades equiparable a las rentas fijas. Este tipo de deuda se califica como un instrumento híbrido de capital, ¿a qué se refiere el concepto? Como instrumento híbrido de capital se conoce una forma de financiación que une las particularidades de capital y de deuda.
Características de la deuda subordinada
La deuda subordinada tiene varias características, en primer lugar, tiene alto riesgo pues debido a su naturaleza el cobro estará ligado a los beneficios que obtenga el banco que hizo la emisión de la deuda.
La segunda característica de la deuda subordinada es la alta rentabilidad, como se dice comúnmente a mayor riesgo mayor rentabilidad. La tercera característica como te mencionamos al inicio es que es un producto híbrido ya que algunas veces se cuenta como un producto de crédito de la misma entidad y en otras como capital propio.
Por esto, las deudas subordinadas también deben tributar el IRPH. Por otra parte, las deudas subordinadas también tienen varias desventajas que las caracterizan entre las que están la falta de liquidez o la limitación de esta, pues es difícil vender las deudas subordinadas que se tengan ya que al hacer esto se estaría sacrificando parte de su valor.
La pérdida de capacidad de cobro es otra de las difíciles situaciones que puede acarrear esta deuda, ya que sí el acreedor que emitió la deuda entra en la quiebra las deudas subordinadas no serán las primeras en cobrar.
Tipos de deuda subordinada
A su vez la deuda subordinada se divide en tres tipos: la deuda subordinada redimible, la deuda subordinada no redimible, y la deuda subordinada convertible. En la deuda subordinada redimible, cuando se hace el préstamo, el acreedor sabe de antemano cuándo se le pagará. Dicha fecha se conoce al momento de la inversión.
Ahora bien, la deuda subordinada no redimible es la que carece de fecha de vencimiento y por último la deuda subordinada convertible, tal y como lo indica su nombre, sufre una transformación al momento de ser pagada cuando se cumple el plazo. Luego del pago el capital se convierte en acciones dentro del mismo banco.
La deuda subordinada, ¿es transmisible?
La respuesta es sí, la deuda subordinada puede ser transmitida. La forma que las entidades financieras tienen para transmitir la deuda es a través de la venta en el mercado secundario de renta fija.
Sin embargo, hay un punto que se debe tener en cuenta a la hora de transmitir este tipo de deudas, pues las razones para que los bancos quieran venderlas generalmente se deben a malos momentos económicos e incluso a la quiebra. Por eso a menudo se dificulta mucho encontrar un comprador.
También se debe tener presente, como te contamos arriba, que las deudas subordinadas, a pesar de tener una rentabilidad alta, tienen también un alto riesgo que no todo inversionista está dispuesto a acarrear.
¿Para qué clientes es recomendable la deuda subordinada?
Los clientes a los que se les recomienda adquirir la deuda subordinada, debido a su complejidad, son las personas que lleven mucho tiempo realizando inversiones y tengan un conocimiento claro del riesgo al que se expone.
Otro tipo de clientes a los que se les recomienda la deuda subordinada son los que no tienen miedo de asumir riesgos financieros de esta magnitud, es decir, que en su historial crediticio ya hayan asumido responsabilidad en movimientos financieros similares.
A los clientes corrientes no se les recomienda mucho tener una deuda de esta naturaleza, sin embargo, si a alguien le llegase a interesar lo más recomendable es asesorarse muy bien antes.
Por otra parte, hay algunos aspectos a tener en cuenta antes de decidir adquirir una deuda subordinada como los siguientes:
– Las deudas subordinadas tienen un riesgo alto, aunque también una alta rentabilidad.
– Este tipo de deudas no cuentan con el respaldo del Fondo de Garantía de Depósitos.
– Cuando se quiere recuperar parte del dinero invertido en la venta del mercado secundario se puede registrar perdida.
– Bajo ciertas circunstancias es posible también que se pierda todo el capital.
¿Qué son los bonos subordinados especiales?
Los bonos subordinados especiales son un tipo de bonos emitidos por bancos caracterizados por no tener un plazo de vencimiento acordado, es más, la entidad incluso no tiene la responsabilidad de reembolsar el principal.
El tipo de riesgo de los bonos subordinados especiales puede ser incluso mayor en comparación con la deuda subordinada. La persona que haya invertido puede llegar a perder la totalidad del valor, así como los intereses en casos críticos.
En todo caso, la deuda subordinada es un tipo de deuda híbrida de capital y deuda, tiene alta rentabilidad, pero también un alto riesgo y se puede o no acordar la fecha de vencimiento de la misma.
Sabemos que entender cómo funciona la deuda subordinada puede ser complejo, pero no te preocupes: nos puedes escribir y te daremos las mejores opciones para ayudarte.