"El Administrador Concursal es una figura neutral encargada de tomar decisiones y lograr acuerdos entre el deudor y los demandantes."
24 enero 2022
Asociación Española de Afectados por la Deuda
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Cuando una empresa no puede pagar las nóminas, ni a sus proveedores o bancos y se declara en insolvencia, ¿qué ocurre con los acreedores? ¿Se pelean por ver cuál cobra primero? ¿Recupera la deuda el más rápido y deja a los demás sin nada? Para solucionar todo ello está el Administrador Concursal.

Esta figura es quien se encarga de tomar decisiones para resolver, todo este tipo de situaciones, pero sin ser un superhéroe para los acreedores. A continuación, te explicamos su rol, y por qué es tan importante también para el concursado o deudor.


¿Qué es la figura del administrador concursal?

El Administrador Concursal no es un enemigo del deudor, pero tampoco lo es de los demandantes. De hecho, su figura es la más neutral dentro de un proceso de embargo y pago de deudas. Es, en resumidas cuentas, un auditor que busca la mejor solución para las partes en un concurso de acreedores.

Su función principal es la de generar acuerdos y tomar decisiones objetivas posible de la situación de deudas, para lograr dos metas clave: uno, que la empresa pueda continuar con sus actividades, y dos: que cada uno de los demandantes pueda obtener la devolución de los montos de dinero.

Al tener la responsabilidad de lograr los mejores acuerdos, este rol resulta ser muy administrativo, y puede llegar a tener un control bastante grande sobre los procedimientos y finanzas de la empresa.

A su vez, esta figura garantiza la transparencia en todo el proceso, ya que, al no tener una vinculación directa con ninguno de los participantes del proceso, puede dar veredictos objetivos, y tomar decisiones que beneficien a la mayor cantidad de implicados, sin tener preferencias.

¿Puede haber varios administradores concursales para un solo caso o trámite? Sí: puede ser una persona jurídica, como un bufete de abogados, que se designan para casos complejos, donde se revisan grandes volúmenes de información.


Requisitos para ser nombrado administrador concursal

No cualquiera puede ostentar el título de Administrador Concursal. Para serlo, se debe tener una experiencia mínima de cinco años como profesional en el área de la economía. En su defecto, tener igual número de años ejerciendo como abogado.

También debe encontrarse inscrito en la lista de administradores concursales, que se actualiza anualmente, tanto si es persona natural, como jurídica.

Por último, el designado debe contar con un seguro de responsabilidad civil, en caso de que se presente alguna incidencia.

A pesar de cumplir con todos los requisitos anteriores, un letrado puede quedar inhabilitado para ser Administrador Concursal si ha tenido algún tipo de vínculo con las partes, como, por ejemplo, la prestación de algún servicio profesional durante los últimos tres años.


La figura del auxiliar delegado

Puede ocurrir que los procedimientos de concurso de acreedores sean largos y de gran cuantía, como en empresas con sedes en diferentes zonas geográficas, o con una gran complejidad administrativa. Es allí donde el auxiliar delegado tiene un papel de suma importancia.

Normalmente, el Administrador Concursal puede solicitarlo, pero también puede ser nombrado de forma obligatoria según la Ley Concursal, cuando el proceso sea muy dispendioso.

¿Cuáles son las funciones del administrador concursal?

El Administrador Concursal tiene como objetivo el rescate de la empresa concursada, gestionando los recursos de ésta de la mejor manera posible para acabar con las deudas, y lograr el pago a acreedores, por lo que sus funciones están altamente ligadas a las finanzas, la fiscalización de gastos, y la contabilidad.

Por ejemplo, con el fin de lograr la continuidad de la empresa, el administrador concursal puede tomar decisiones frente a los términos de contratación de los empleados, la modificación de topes de gasto, y la contabilidad general.

Este procedimiento, cuando se realiza sobre empresas, se hace pensando en la importancia que representan para el tejido social, ya que el impacto económico que generaría su cierre abrupto, sería grande. Es por ello que las decisiones se toman con el propósito de prolongar sus operaciones, siempre y cuando sea posible.

Para lograr esta continuidad, y llevar el caso a un punto de equilibrio, el Administrador Concursal también tiene como trabajo principal la recopilación de información detallada y exhaustiva sobre la situación del concursado, que normalmente se compone de sus pasivos y activos, tipos de préstamos e historial crediticio, declaraciones de impuestos, inventario de patrimonio y situación económica y legal.

Todas estas labores descritas se hacen generalmente en todos los casos de concurso, por lo que se han sistematizado por fases, las cuales son:

Fase común

En este apartado, la responsabilidad de gestionar el patrimonio del afectado recaerá sobre el Administrador Concursal, evitando que se haga la venta de bienes que pueden ser usados para el pago a acreedores. También en esta fase, el letrado designado se encarga de realizar el informe detallado de la situación. Con ello, obtiene el poder para revisar la contabilidad del deudor, y definir el rumbo de todo el proceso.

Fase de convenio

Esta etapa es quizá la más delicada de todo el proceso, ya que se trata de las negociaciones con los acreedores. La presentación de propuestas para lograr acuerdos aquí es vital.

Es aquí donde se informa a los jueces de las posibles soluciones que se han formulado para el caso. Para tal fin, se realizan las reuniones entre demandantes y demandado, para concertar pagos.

El Administrador Concursal obra aquí como observador y garante de que se cumplan los acuerdos de la ley. Éste puede desaprobar, o aprobar, las propuestas de los implicados.

Fase de liquidación

Si los procesos de acuerdos no prosperan, se da una etapa de liquidación. Allí, el Administrador Concursal ofrece estrategias viables para pagar las deudas con el patrimonio del afectado.

Su proceder debe ir en conformidad de la ley. Por ello, debe informar de las decisiones que tome, cada trimestre, al juez que tiene conocimiento del caso.

Fase de calificación

Al final de la liquidación de bienes y pago de demandantes, el Administrador Concursal realizará la fase de calificación, que se trata de la presentación de un informe con las causas de la insolvencia, que será revisado por un juez, para determinar si hubo culpabilidad del concursado, o no, en el estado de sobre endeudamiento.

El administrador concursal en la Ley de la Segunda Oportunidad

El administrador concursal se halla principalmente en situaciones empresariales, pero también audita casos de personas naturales que se acogen a la Ley de la Segunda Oportunidad.

Su presencia es fundamental cuando se están dando las negociaciones entre los acreedores y el deudor, para llegar a acuerdos extra judiciales. También cuando se da un concurso consecutivo, que es el momento donde los bienes son liquidados, para saldar las deudas.

Esta figura será el garante de que se realizará de la mejor forma, sin vulnerar las posibilidades económicas del deudor.

Funciones del administrador concursal
Funciones del administrador concursal

En conclusión, el Administrador Concursal es una pieza clave en el desarrollo de un proceso para terminar las deudas, ya que será el elemento neutro dentro de las decisiones que se tomen, y auditará que ninguna de las partes se sobrepase en sus derechos. Si piensas acogerte a la Ley de la Segunda Oportunidad, podemos guiarte para que compares los mejores despachos especializados en administración concursal.

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